El Bonsái es un árbol, ¿alguna vez has visto nacer y crecer un árbol en una casa? Yo no, aprendamos a cultivar Bonsáis al aire libre, con los cuidados adecuados.

Así pues, empecemos por el principio, por el principio: el Bonsái es un árbol y, como árbol, su mejor ubicación es el exterior, al aire libre. No todos los Bonsáis se adaptan al clima de fuera de su puerta, en una zona geográfica puede haber más humedad, en otra el aire puede ser más seco, o la temperatura puede ser más alta que en otra. 

Cada lugar tiene su propio microclima, al igual que cada zona de nuestro jardín o terraza, pero aquí podemos intervenir fácilmente identificando la zona óptima para nuestro miniárbol y trasladarlo con un hábil movimiento.

El quid de este argumento, traído de nuevo al mundo del Bonsái, es precisamente que hay árboles Bonsái adecuados para tu clima local y otros con los que sólo puedes soñar o ver en fotos. Si vives en una zona de clima mediterráneo, puedes cultivar al aire libre muchas plantas que detestan el frío, quizá tomando la precaución de protegerlas del calor excesivo o de las heladas en invierno.Los olivos, por ejemplo, elolmo chino o el aligustre son plantas adecuadas para un clima mediterráneo.

El arce japonés o el tridente pueden ir bien en el mismo caso, pero sólo si el invierno es lo bastante frío como para permitirle un periodo de descanso. Si está en altitud, considere un prunus o un manzano, que generalmente necesitan un clima más fresco.

El secreto para obtener un bello Bonsái es cultivar una especie adecuada a las temperaturas de la zona geográfica en la que te encuentres y partir de una planta de gran calidad. Para los más afortunados o dedicados a esta pasión, que tienen la posibilidad de disponer de un invernadero, la cosa es aparte, ya que pueden controlar la temperatura atmosférica y, por tanto, se les permite cultivar especies de fuera de su zona geográfica.

Además de la zona geográfica, tenga también en cuenta las condiciones climáticas de su jardín o terraza a la hora de elegir un Bonsái. Si está expuesto al sol durante gran parte del día, podrá elegir entre muchas especies, sin embargo es posible que necesite una malla de sombreo para las plantas más delicadas, especialmente si alrededor del Bonsái hay materiales cementados o pavimentados que absorben y desprenden calor. Si hace mucho viento, necesitará más agua de lo normal, ya que se secará más rápidamente, lo que sin duda es un punto a favor contra las plagas y los ataques de hongos, ya que les resulta más difícil afianzarse.

Nunca debe faltar la luz durante al menos un par de horas al día, sobre todo si se trata de Bonsáis de coníferas.

En días calurosos y secos, procure utilizar un platillo lleno de agua para aumentar la humedad del microclima en el que se encuentra la planta, rociar el follaje y mojar los suelos circundantes.

No riegue a horas concretas, sino cuando note que lo necesitan, incluso varias veces al día o incluso una vez cada varios días.

Los bonsáis de exterior soportan incluso fluctuaciones de temperatura muy elevadas si se cuidan bien. Es importante proporcionar protección contra las heladas en invierno y también en primavera, durante la recuperación vegetativa de la planta, cuando pueden producirse heladas nocturnas.

Un papel importante en la regulación de la temperatura de los Bonsáis lo desempeña la maceta en la que se encuentran la planta y su raíz. Una buena maceta de cerámica para Bonsái es un excelente escudo contra las heladas o el calor excesivo, así que no subestime la elección de la maceta para su mini árbol, eche un vistazo a nuestras nuestras macetas¡!

Una pequeña excepción refuta la afirmación con la que empezamos, no tanto que el Bonsái sea un árbol, porque de eso no hay duda, sino que los Bonsáis se desarrollan bien en el exterior. De hecho, las especies tropicales o subtropicales son capaces de sobrevivir en el interior, donde las temperaturas son más o menos estables durante todo el año.

Si no tiene forma de exponer su Bonsái al aire libre, porque no dispone de un patio o una terraza, y es aficionado al arte del Bonsái, piense en coger un ficus, una schefflera arbórea o una sageretia: plantas que toleran poca humedad y son más o menos resistentes.